Héroes anonimos, una historia real de Les Fonts de Terrassa

Noche del 25 de Septiembre de 1962

Ha estado todo el día encapotado, Manuel trabaja en la construcción, tiene un buen trabajo, su profesión esta en alza, es yesero de los mejores que la inmigración ha traído a Cataluña, ha dejado lo que poseía allá en su Andalucia natal, y aunque ya lleva años viviendo con sus padres en el barrio de les fonts de Terrassa, añora su Andujar (Jaén) y lo extensos olivares que dominan todas las vistas.

En la población de Rubí ha encontrado todo lo que necesita, lo han nombrado jefe de colla de yeseros y gana un excelente jornal, y aunque la casita donde vive junto a sus ancianos padres es antigüa, de techos de cañizo y paredes demasiado finas, ha encontrado un lugar para hacer y vivir, tiene 27 años y la vida es buena, la jovencita de la calle las huertas nº3, allá arriba en la calle le sonrie cada vez que pasa.

Se siente muy cansado cuando sin ganas de cenar se mete en la cama, la tormenta ha estallado por fin, el cielo está demasiapo negro, de esos que no te gusta ver, la riera seca que pasa cerca de la casita no le gusta demasiado, es un cauce seco que se puede atravesar fácilmente, pero el día ha sido agotador y olvidando cualquier precaución se duerme.

Los truenos y el agua cayendo atronadoramente sobre el tejado de la casa permeabiliza este y las goteras aparecen por doquier, tiene sed y a altas horas de la madrugada se levanta para beber agua, cuando se queda sorprendido por el frío, el agua le llega a las rodillas,¡la riera!, seguro que es la riera y alarmado abre la puerta como puede y comprende.

Agarra a sus ancianos padres que aún estan en el lecho y entre protestas no entienden, y brega con ellos, no hay que discutir no se puede discutir, el agua le llega ya a las rodillas y sale de la casa con sus padres entre sus brazos, y tira hacia la montaña, mientras ve como el agua arranca la casita y se la lleva riera abajo, y al poco andar ve la casa de sus vecinos que es engullida con siete almas dentro.

Y lucha cada metro hacia la montaña, y lucha cada segundo para que el agua el fango los restos y los cadáveres no se los lleven, y lucha por su vida y por la de sus padres, el es fuerte y en el apogeo de su virilidad y da gracias a Dios por ser tan fuerte y sigue montaña arriba con fuerza y coraje, y gana la montaña y gana la vida de los suyos.

Y Manuel retorna por muchas veces y en ella salva del agua a la jovencita de la calle las Huertas nº3, a sus padres y otras personas, pero muchos son entregados al olvido, los que los ángeles no despertaron se van entre fango y escombros.


Molins

(foto arxiu municipal de Molins)
Sabadell

(Fuente: I. Argany; J. Caixach; R. Espinach.et al. (1986), p. 24.)
Terrassa

(del blog: blogdermanel.blogspot.com.es/2009/12/mi-amigo-rafi-sexta-entreganuestro.html)

Miles de personas murieron esa noche, se especulo que si la tormenta, las cifras 200 litros por metro cuadrado, que si las infraestructuras, casa defectuosas y mil cosas mas, se prohibió construir en las cuencas donde barriadas enteras habían desaparecido y placas conmemorativas se pusieron por doquier, todavía hay flores en ellas.

El régimen anterior acabo, y la era socialista trajo "el cambio" ideas nuevas y nuevas construcciones se erigieron donde antes estaba prohibido, Manuel me comentaba que los puentes en las rieras habían actuado de embalses uno tras otro haciendo que con los despojos de la tormenta se juntasen grandes masas de agua que cedieron como un alud de nieve, cada vez con más fuerza sobre el anterior.

En les fonts de Terrassa la confluencia de dos rieras generaba un vórtice donde una barriada de casitas de dos plantas florecía, allí todos ...murieron.

Durante 40 años no se dejo construir, era un secreto a voces, pero la especulación y los intereses como el ego desmedido ha creado nuevos barrios en aquellos lugares, Manuel me comentaba que lo que paso aquella noche puede pasar de nuevo y miraba al cielo con respeto cuando este se volvia negro, y miraba a la riera que con unas "gotas de nada " bajaba llena, y recordaba aquel día cuando por su fuerza y voluntad salvo a muchos.

Héroes anonimos que el cielo más no los hombres recuerdan.


A mi padre Manuel Aguilar Prieto.





Pd: Y donde solo habían terrenos ahora hay casa con familias que ignoran donde se asientan sus viviendas...

Comentarios

Gachi ha dicho que…
Salud don Manuel!
Salud!
KawaYama ha dicho que…
No aprenderán nunca; ni los promotores, que se lucran a costa del sudor ajeno, ni los compradores, que por una casa o piso son capaces de poner la vida de su familia y la própia en peligro constante. Esto que pasó y que narras con tanto acierto puede ocurrir en muchos sitios no solo de Cataluña (p.e. toda la zona del Maresme, sino en otros lugares de la península. :((
César Aguilar Gazquez ha dicho que…
me temo que si, llevas más razón que un santo

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