Yo no soy persona
Yo no soy persona
Siento que este no es mi cuerpo, que estas no son mis piernas, que estos brazos... no son los mios.
Nada tengo, nada soy, solo el vacío es mi compañero.
Las sombras han ganado ya no hay luz, solo frió y oscuridad.
¿Es esto todo lo que soy?
¿No hay nada mas?
Me han lanzado a la basura...como tantas veces, yo no soy persona...yo no soy persona, debe haber alguien mejor que yo, siempre hay alguien mejor que yo,
yo no soy persona.
Me hallo en el oscuro callejón de una triste y gris ciudad, repleta de altas chimeneas que lanzan al cielo nubes de carbón quemado, suciedad, hollín, enfermedad y colores oscuros.
Es una ciudad obrera donde solo importa el pan, el trabajo, el sacrificio y el salario.
Nada hay aquí para mi, yo...no soy persona, me he equivocado tanto... he errado tanto que apenas puedo recordar nada bueno anterior a ello; desde el día que me fabricaron todo ha ido de mal en peor, mis compañeros de escenario, mis amigos, mi familia, todos me han ido fallando, supongo que algo salio mal y al final se cansaron de mi...yo no soy persona.
Recuerdo cuando estaba a punto de nacer, en el taller del artista, como el formon y las escofinas daban forma a mi buena madera de cedro, como sus manos atravesaban la madera y a cada movimiento de sus viejas manos me imbuía un poco de vida.
¿Sabes?, creo que cuando alguien desea algo, en el momento que lo desea con gran fuerza y determinación esto empieza a suceder...¿tu me crees no?
El perrito que le observaba, ladeo la cabeza extrañado y siguió mirándolo sin decir nada.
Quizás sean tonterías, siempre me gusto hacer feliz a la gente, creo...creo que nací para ello, pero las obligaciones, el deber, el tener que hacer lo que se espera de ti, lo que se ha de hacer...al final no pude, nunca tuve tiempo.
Sabes amigo mio, ahora cuando estoy aquí solo, esperando que llegue la retirada de basuras, me pregunto si esto ha de ser así...
Mira, Recuerdo al principio de todo, cuando el anciano artesano me acabo , me hizo un vestido mitad blanco, mitad negro con los botones dorados y cintas escarlatas y sombreo de tres picos con cascabeles.
Ah como añoro aquel vestido, cuando me vi en el espejo me sentí que podía conseguirlo todo, que mis sueños de hacer feliz a la gente, de hacer reír, de hacer soñar era posible, que todo era posible...me acuerdo de cuando yo era pequeño....Ahhhh que bien me encontraba entonces...
No se lo digas a nadie, cuando me encuentro que no se que hacer, que la vida me puede, vuelvo a aquellos días, vuelvo a mi infancia, no me importa que se metan conmigo, en ese momento cuando me refugio en el pasado....soy feliz.
----------------------
La carreta se detuvo, los basureros habían llegado por fin, pronto seria solo un despojo, y mas tarde ardería en el fuego de la incineradora, el fin se aproximaba.
Unas manos viejas y huesudas recogieron la marioneta sin hilos que había en el callejón.
!Vaya, te han quitado tu hermoso vestido!, mitad blanco, mitad negro con los botones dorados y cintas escarlatas y sombreo de tres picos con cascabeles.
-dijo el viejo en voz alta- (la marioneta lo miro languidamente)
Eres muy especial, si que lo eres, dijo regocijandose en su hallazgo.
El perrito interrogo al recién llegado con la mirada.
¿Porque?
¿Bromeas? -dijo el viejo dirigiéndose al perrito-
El es brillante, no se si lo sabe, pero lo es, tiene el don mas hermoso de todos, las personas se ríen y divierten con el, a su lado el mundo es música, la gente se olvida de lo que es serio, ríen y ríen.
Hace tanto que lo había perdido, -el viejo alzo la vista- nunca pensé que lo hallaría en un lugar tan desolado como este-
(y sonrió mientra admiraba su adquisición)
El perrito protesto con un leve gruñido.
Groarrr
El anciano salio de su ensimismamiento y abrazando la marioneta contra su pecho se dirigió al perrito.
Lo lamento pero el no puede ir contigo, no es su hora, el viene conmigo, a mi carreta, ya sabes que vamos en busca de Alegría.
El perrito se levanto del suelo indignado, giro sobre sus patas y desapareció en la oscuridad del callejón como si jamas hubiese estado allí.
Pasado un rato prudencial, el hombre deposito al bufón en la carreta.
Tranquilo Piggy no te preocupes, te haré un vestido nuevo mitad blanco, mitad negro con los botones dorados y cintas escarlatas y sombreo de tres picos con cascabeles.
Los que ves son amigos,
amigos nos,
amigos todos.
Gracias por esperarme amigo mio-dijo el viejo antes de azuzar al asno mirando al interior de la carreta- eres una gran persona.
Siento que este no es mi cuerpo, que estas no son mis piernas, que estos brazos... no son los mios.
Nada tengo, nada soy, solo el vacío es mi compañero.
Las sombras han ganado ya no hay luz, solo frió y oscuridad.
¿Es esto todo lo que soy?
¿No hay nada mas?
Me han lanzado a la basura...como tantas veces, yo no soy persona...yo no soy persona, debe haber alguien mejor que yo, siempre hay alguien mejor que yo,
yo no soy persona.
Me hallo en el oscuro callejón de una triste y gris ciudad, repleta de altas chimeneas que lanzan al cielo nubes de carbón quemado, suciedad, hollín, enfermedad y colores oscuros.
Es una ciudad obrera donde solo importa el pan, el trabajo, el sacrificio y el salario.
Nada hay aquí para mi, yo...no soy persona, me he equivocado tanto... he errado tanto que apenas puedo recordar nada bueno anterior a ello; desde el día que me fabricaron todo ha ido de mal en peor, mis compañeros de escenario, mis amigos, mi familia, todos me han ido fallando, supongo que algo salio mal y al final se cansaron de mi...yo no soy persona.
Recuerdo cuando estaba a punto de nacer, en el taller del artista, como el formon y las escofinas daban forma a mi buena madera de cedro, como sus manos atravesaban la madera y a cada movimiento de sus viejas manos me imbuía un poco de vida.
¿Sabes?, creo que cuando alguien desea algo, en el momento que lo desea con gran fuerza y determinación esto empieza a suceder...¿tu me crees no?
El perrito que le observaba, ladeo la cabeza extrañado y siguió mirándolo sin decir nada.
Quizás sean tonterías, siempre me gusto hacer feliz a la gente, creo...creo que nací para ello, pero las obligaciones, el deber, el tener que hacer lo que se espera de ti, lo que se ha de hacer...al final no pude, nunca tuve tiempo.
Sabes amigo mio, ahora cuando estoy aquí solo, esperando que llegue la retirada de basuras, me pregunto si esto ha de ser así...
Mira, Recuerdo al principio de todo, cuando el anciano artesano me acabo , me hizo un vestido mitad blanco, mitad negro con los botones dorados y cintas escarlatas y sombreo de tres picos con cascabeles.
Ah como añoro aquel vestido, cuando me vi en el espejo me sentí que podía conseguirlo todo, que mis sueños de hacer feliz a la gente, de hacer reír, de hacer soñar era posible, que todo era posible...me acuerdo de cuando yo era pequeño....Ahhhh que bien me encontraba entonces...
No se lo digas a nadie, cuando me encuentro que no se que hacer, que la vida me puede, vuelvo a aquellos días, vuelvo a mi infancia, no me importa que se metan conmigo, en ese momento cuando me refugio en el pasado....soy feliz.
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La carreta se detuvo, los basureros habían llegado por fin, pronto seria solo un despojo, y mas tarde ardería en el fuego de la incineradora, el fin se aproximaba.
Unas manos viejas y huesudas recogieron la marioneta sin hilos que había en el callejón.
!Vaya, te han quitado tu hermoso vestido!, mitad blanco, mitad negro con los botones dorados y cintas escarlatas y sombreo de tres picos con cascabeles.
-dijo el viejo en voz alta- (la marioneta lo miro languidamente)
Eres muy especial, si que lo eres, dijo regocijandose en su hallazgo.
El perrito interrogo al recién llegado con la mirada.
¿Porque?
¿Bromeas? -dijo el viejo dirigiéndose al perrito-
El es brillante, no se si lo sabe, pero lo es, tiene el don mas hermoso de todos, las personas se ríen y divierten con el, a su lado el mundo es música, la gente se olvida de lo que es serio, ríen y ríen.
Hace tanto que lo había perdido, -el viejo alzo la vista- nunca pensé que lo hallaría en un lugar tan desolado como este-
(y sonrió mientra admiraba su adquisición)
El perrito protesto con un leve gruñido.
Groarrr
El anciano salio de su ensimismamiento y abrazando la marioneta contra su pecho se dirigió al perrito.
Lo lamento pero el no puede ir contigo, no es su hora, el viene conmigo, a mi carreta, ya sabes que vamos en busca de Alegría.
El perrito se levanto del suelo indignado, giro sobre sus patas y desapareció en la oscuridad del callejón como si jamas hubiese estado allí.
Pasado un rato prudencial, el hombre deposito al bufón en la carreta.
Tranquilo Piggy no te preocupes, te haré un vestido nuevo mitad blanco, mitad negro con los botones dorados y cintas escarlatas y sombreo de tres picos con cascabeles.
Los que ves son amigos,
amigos nos,
amigos todos.
Gracias por esperarme amigo mio-dijo el viejo antes de azuzar al asno mirando al interior de la carreta- eres una gran persona.
Comentarios
Gracias por el regalo.
Abrazos, muchos, de todos los colores.
A Alegria que é a sua alma...